jueves, 2 de enero de 2014
alguna parte.
Esta ciudad es terca con la lluvia.
Los que caminan aquí dan pasos enormes.
Miran a veces. Los miro a veces.
Encuentro espaldas.
Me acecho en cualquier esquina para robarme
lo que me queda en los bolsillos,
un par de dientes y alguna palabra equivocada.
Todo el proceso del día, infinito,
para llegar hasta el sueño
y sudar otros lugares.
No recuerdo el propósito, sólo habitaciones,
y quedan restos de cicatrices y
tatuajes.
He perdido algo en alguna parte.
Me he saltado alguna estación.
He olvidado un nombre.
Medí mal alguna distancia.
Bebí hasta hartarme.
Se rompió en mis manos.
No me vestí para la ocasión.
Esperé demasiado.
Imagino un lugar donde no estoy.
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8 comentarios:
Uff...es buenísimo, Gabi.
Muchos abrazos y Feliz Año nuevo.
cuál es ese lugar?
Un placer poderte leer de nuevo...Y como decía Panero "baila baila hasta que la muerte te llame..."
un saludo
Siempre he pensado que vamos dejando trozos del alma en algunos lugares determinados, lo que supone que, en cierto modo, aunque los echemos de menos, seguimos estando en esos determinados lugares.
Un placer encontrar tu blog y tu poesía.
BUF... BUF.
Creo que este poema es un disparo.
Brutal.
El mundo está al revés.
Nosotros vamos bien.
La mente es el más veloz, eficaz y económico medio de transporte.
Saludos.
pah
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