Yo jamás tendré regalos
para ti.
Yo
masticaré el sol de
plastico
que nos guía hacia un cielo
abarrotado
y te encontraré bajo el
árbol que no proyecta sombra.
Me coseré las noches a las
costillas
para que siempre tengas un
lugar dónde dormir...
un lugar frío donde te
duelan los pulmones.
Yo
sembraré el orden de las
palabras para que crezcan derrotas
que serán victorias cuando
las olvidemos.
Yo
volveré a nacer todos
los días con ideas nuevas y manos abiertas
para recoger lo que sobre de tu vientre...
Yo
dejaré a tus miedos
huérfanos con mis propias manos,
sin importar si los querías
o no.
Yo
registraré tus gestos y los archivaré en la biblioteca
del aire…
… las anotaciones de la
delicadeza.
Yo
pronunciaré tu nombre
completo
y te entregaré todas sus
letras
una por una
con sus inviernos y sus
silencios.
Yo
escucharé tu confesión
mil milllones de veces.
Yo,
haré todo eso por ti.
Pero a cambio, nunca
olvides,
Jamás olvides,
Que la raíz de
absolutamente todo,
Es el dolor...
lo llamen los demás..
como lo
llamen.
7 comentarios:
Cuando salpica el dolor, destila el alma.-
wow! rotundo, ojalá pudiéramos arrancar de cuajo la raíz, verdad? pero tenemos que crecer con eso, a partir de eso. abrazo.
Si.
La raíz universal.
Saludos.
Te agradecería que eliminaras la verificación de palabras.
Es una tortura.
¿Sabes? Hace poco escribí un poema que terminaba con estos versos:
"Somos crueles
desde ese lugar exacto desde el que se crea".
Un beso.
P.D. Sé que es una putada pero me encanta tu desgarro...ya no suena a susurro...
Uau.
Totalmente cierto.
No todo es dolor, pero el propio inicio y el fin es dolor.
Es el germen de todo movimiento.
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